lunes, 3 de septiembre de 2007

FORMACION PARA DISTRIBUIDORES DE

DISTRIBUIDOR INDEPENDIENTE

"TU ERES DUEÑO DE TU PROPIO EXITO. LUCHA POR EL"

Lecciones Herbalife –(13) Recupera tu salud


RECUPERA TU SALUD GOTA A GOTA

LOS MISTERIOS DEL AGUA

El agua es la sustancia inorgánica más importante y abundante de todos los sistemas de vida. Es, sin duda, la sustancia más abundante de nuestro cuerpo. Compone casi todo el volumen de las células y fluídos del cuerpo.

Para entender la importancia que el agua cumple en nuestro organismo, es imprescindible entender sus funciones.

FUNCIONES DEL AGUA:

1) Es un solvente y, a la vez, medio de suspensión. Como solvente, el agua permite que ciertos materiales se disuelvan en ella formando una solución. Si diluimos sal en un contenedor de agua, una vez que se deja reposar dicha solución, la sal no cae en el fondo del contenedor separándose del agua, sino que ambos materiales forman uno nuevo. Por el contrario, en una suspensión, el material suspendido, por ejemplo, arena, se puede mezclar temporalmente con el agua, pero eventualmente al dejar la mezcla en reposo la arena cae en el fondo del contenedor separándose del agua. Estas propiedades que tiene el agua de ser un solvente y, a la vez, un medio de suspensión hacen que sea un medio ideal para las reacciones metabólicas, y por lo tanto, esenciales para la salud y la supervivencia. Por ejemplo, en las reacciones metabólicas las moléculas que cargan energía y las enzimas se mezclan con el agua para producir nuevos productos. Por otro lado, los productos de desecho no se disuelven en el agua, sino que son suspendidos en ella para ser eliminados del organismo a través de la orina. Si no fuera así, los productos de desecho se diluirían en el agua y no podrían ser eliminados del cuerpo.

2) Sirve de lubricante. Forma parte de las mucosas y de otros fluídos lubricantes. La lubricación es especialmente necesaria, ya que ciertos órganos, principalmente del abdomen, se tocan y rozan entre ellos. Por otro lado, las articulaciones con sus respectivos huesos, ligamentos y tendones requieren también buenas cantidades de agua para evitar fricción y dolor. El agua localizada en las mucosidades del aparato digestivo humedece la comida para asegurar que ésta pase sin esfuerzo por el intestino.

3) Sirve para regular la temperatura. Cuando el agua se evapora de la piel (transpiración), se lleva con ella grandes cantidades de calor y proporciona un excelente mecanismo de refrigeración. Por otro lado, absorbe y libera calor lentamente.

4) Sirve de catalizador de reacciones químicas. Por ejemplo, durante la digestión, el agua ayuda a romper las moléculas de los nutrientes favoreciendo la producción de energía.

SUSTANCIAS DESHIDRATANTES

Mucha gente hoy en día no bebe suficiente agua. Algunos de los pacientes que veo día a día en mi consulta, me comentan que nunca sienten sed y que por este motivo, nunca beben agua, o que para hacer más agradable la ingesta de líquido consumen refrescos o alguna bebida alcohólica. Sin embargo, mientras el fluido ingerido a diario puede parecer suficiente, si parte de éste proviene de café, té, refrescos o bebidas alcohólicas, corremos el riesgo de estar deshidratados, ya que los efectos diuréticos y desmineralizantes de estas sustancias le roban al organismo más agua (y minerales) de la que, por otro lado, le suministran. Igual ocurre si la persona toma diuréticos, ya sea en forma de fármacos o a través de métodos más naturales, con el objetivo de perder peso o reducir la presión sanguínea.

Nuestro organismo no dispone de una reserva de abastecimiento de agua, y por este motivo es importante beber agua regularmente. Cuando ignoramos esta norma, aparece la deshidratación. La primera respuesta del cuerpo ante ésta es limitar la pérdida de agua del organismo, de esta manera la producción de orina y sudor decrece. El siguiente recurso el más lógico de que dispone el cuerpo para conseguir agua es absorberla de cualquier parte del organismo que disponga de ella, por ejemplo, del colon. Cuando esto ocurre, las heces se vuelven más secas y aparece el estreñimiento. Pero esto no es lo peor, el agua del colon está llena de toxinas, así pues, su absorción es sinónimo de toxicidad. Ésta a su vez, pone presión en el hígado, el cual tiene que enfrentarse a la ardua tarea de filtrar grandes cantidades de toxinas. Ante esta situación el hígado tiene menos capacidad de realizar sus otras funciones, como guardar y liberar glucógeno para mantener unos niveles estables de glucosa en la sangre, o la metabolización de grasas, las cuáles cuando no se queman adecuadamente quedan acumuladas en los tejidos.

Los efectos de la deshidratación, aparecen mucho antes de que notemos los primeros síntomas de sed o de tener la boca seca. Cuando sentimos estos síntomas, ya es demasiado tarde, estamos deshidratados.

Síntomas que acompañan a la deshidratación crónica

  • Dolor de cabeza

  • Aturdimiento

  • Fatiga

  • Piel seca y arrugas

  • Estreñimiento

  • Hipertensión

  • Depresión

  • Falta de concentración

  • Calambres

  • Taquicardias

  • Mal aliento

  • Lengua sucia

  • Alergias

  • Asma

  • Artritis

  • Retención de agua

  • Bajones de azúcar

  • Exceso de peso

  • Colesterol y triglicéridos altos

  • Indigestión

  • Úlceras

  • Picores

  • Inflamación

  • Dolores crónicos

  • Tensión premenstrual

  • Calambres menstruales

  • Envejecimiento prematuro

TEST DE LA HIDRATACIÓN

Un test que puedes hacer en cualquier momento para saber si estás deshidratado/a es el siguiente:

Mantén el brazo caído y relajado durante unos segundos. Observa cómo se hinchan las venas de la mano. Ahora, ve subiendo el brazo poco a poco enfrente tuyo y no pierdas de vista el dorso de la mano. Si al llegar a la altura de los ojos, las venas siguen hinchadas es que estás deshidrato/a. Si, por el contrario, las venas van desapareciendo a medida que subes la mano, tu nivel de hidratación es bueno.

Cuando nos sentimos mal o bajos de energía solemos buscar soluciones complicadas a nuestros problemas, cuando la respuesta puede ser muy simple: beber más agua.

QUÉ TIPO DE AGUA?

Una buena agua necesita estar compuesta de diversidad de sales minerales y ciertos elementos, tanto para mantenerse sana como para nutrir al organismo que la ingiere. Beber agua sin minerales puede causar problemas de salud, al igual que beber agua con un exceso de éstos.

Sin duda, el agua más recomendada para nuestro consumo es el agua mineral natural, y a ser posible, envasada en botella de vidrio. Se sabe que los plásticos pueden imitar la función de los estrógenos naturales en nuestro organismo, desequilibrando el sistema hormonal (ver capítulo “Equilibra tus hormonas y disfruta de ser mujer”). Sea cual sea tu elección respecto a marcas, gusto etc, lo que sí debes evitar es el agua del grifo.

Esto es debido a la cantidad de sustancias nocivas que contiene para la salud:

1) Aluminio que puede estar presente en aguas procedentes de lluvia ácida, o puede añadirse para limpiar el agua turbia. Algunos tanques de agua caliente llevan resistencias de aluminio para calentarla.

2) Nitratos, residuos de fertilizantes, herbicidas y pesticidas procedentes de tierras de cultivo o granjas.

3) Metales pesados procedentes de tuberías viejas y de la contaminación (ver capítulo “El envejecimiento prematuro y los metales pesados”.)

4) Cloro usado como esterilizante contra la bacteria. El cloro afecta el metabolismo de la grasa y la actividad hormonal; inhibe la acción de ciertas enzimas; y dificulta la recuperación de ciertas enfermedades; y mata la buena bacteria del intestino.

5) Flúor, el cual es añadido como medida de prevención para la salud dental de los niños. Por el contrario, el flúor en grandes cantidades puede debilitar el sistema inmunitario y causar problemas de corazón; inhibe ciertas enzimas del organismo; afecta negativamente los riñones, glándula tiroides, ojos y piel; y puede debilitar la estructura de los huesos.

PASOS A SEGUIR PARA MEJORAR LA SALUD A TRAVES DEL AGUA:

  • Lo ideal es beber unos 8 vasos diarios (equivalente a 2 litros). Empieza el día con un vaso de agua.

  • Evita beber durante las comidas, ya que seguir esta práctica puede interferir con el trabajo de los jugos gástricos, dificultando la digestión. Es mejor beber media hora antes de las comidas y entre comidas.

  • Escucha tu cuerpo. En muchas ocasiones comemos, no porque tengamos hambre, sino porque el cuerpo nos pide agua, aunque la sensación de sed no la reconozcamos. Antes de “picar” algo, bebe un vaso de agua y observa.

  • Cuando tengas dolor de cabeza, acidez, dolor de estómago, fatiga o cualquier otro síntoma común, antes de recurrir a un medicamento bebe un vaso de agua.

  • Cuando estés bajo estrés o con ansiedad bebe agua. Te ayudará a mantener todos los fluídos del cuerpo equilibrados y a calmarte.

  • Evita comer comida “basura” en general, beber excesos de alcohol, café, té y refrescos. Este tipo de sustancias desnutre y deshidrata. Si algún día te excedes en su consumo, recuerda beber más agua para compensar.

  • Toma lecitina y ácidos grasos esenciales (perlas de aceite de pescado y onagra o borraja, por ejemplo) con el fin de ayudar a que las membranas de las células sean más permeable al intercambio del agua.

  • Conforme te vayas acostumbrando a beber más agua, asegúrate de llevar una buena dieta (con especial énfasis en el consumo de vegetales, legumbres, frutas y frutos secos), ya que inicialmente puedes perder algunas sales y minerales.

  • Termina el día con un vaso de agua.

Para terminar, no esperes a tener sed para beber, al igual que no esperas a que te falte el aire para respirar.

Un cordial saludo
JUAN PÉREZ MORA
ID:14300081